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Dios nos cuide a todos durante esta payasada de “cuarentena” que tenemos en Venezuela en ocasion de la pandemia por el coronavirus. Muy linda la campaña #quedateencasa y todas las demás que nos invitan a cuidarnos, de verdad creo que todos debemos poner un granito de arena, sin embargo, me resulta inevitable pensar ¿Cuál Cuarentena?.

El mundo de cada uno sigue su curso por mucho que nos impongamos mil reglas, la vida sigue adelante… y en un país como este, la pregunta que me hace más ruido en la cabeza, está en alto contraste con lo que se ve alrededor.

Hacía días que prácticamente no había visto la calle. Para mi suerte, puedo trabajar desde casa.

Esta mañana no me quedó remedio y rompí mi claustro. Me tocó caminar pues NO HAY transporte público, y resultó que vi tanta gente en la calle como en cualquier otro día en condiciones normales. Vi tráfico vehicular reducido… y es lógico pues todo el parque automotor se detuvo por falta de combustible, no por la cuarentena.

Las colas eran las protagonistas de tanta locura… colas para comprar el gas en una plaza cualquiera, calles repletas de gente esperando su turno en alguna cola para llenar el tanque de gasolina, en general… grupos de personas aquí y allá, eso sí… el 98% usaba tapabocas.

Incongruencias

Como era de esperar, todos los locales comerciales estaban cerrados excepto farmacias, panaderías, abastos y supermercados, no había colas para comprar comida o insumos básicos, sin embargo, la alcaldía ordenó que se vendiera solo por terminación de número de cédula y según entiendo, hasta puso policías en algunos establecimientos para obligar a cumplir esta medida… otra vez me nace una pregunta… o más bien varias:

• ¿Acaso se trata de causar más caos y complicar lo que ya venía siendo complicado?
• ¿Dónde está el punto de equilibrio?
• ¿Es otra forma de tener ocupado al pueblo venezolano para que no salga a protestar?
• Si la realidad es que todo esto se parece más a un estado de sitio que a una cuarentena, ¿A dónde vamos con todo esto?

Aquí no se está respetando ninguna cuarentena. En Venezuela lamentablemente, solo queda rezar y esperar lo mejor… o tal vez lo menos malo, ya que más de 20 años de socialismo nos ha demostrado que su alta ineficacia, indiferencia, desamor por el pueblo y el país nos ha puesto mucho más lejos de las soluciones; y más, bajo una crisis de salud como esta… Simplemente no estamos preparados, y aunque alguien podría decir, “es que nadie lo está” aludiendo a los países del primer mundo, yo respondería “¿y eso donde nos deja?”.

Nuestra verdadera crisis no es la pandemia, no hay nada… no hay centros médicos suficientes, profesionales de salud suficientes, o al menos suficientemente calificados, dotes para servicios o insumos médicos, además de que somos víctimas de la más grande desinformación de todos los tiempos, a pesar del internet con todo lo que ella trae.

Si no hay realmente una cuarentena, el riesgo de contagiarse sigue estando ahí aunque te laves las manos, uses tapabocas y anti-bacterial o alcohol, y te bañes 4 veces al día, por cierto… ¿con qué agua?, tampoco eso hay.

Según yo lo veo… estamos jugando a la ruleta rusa y el gobierno es el patrocinante #1. Nos ha dado el arma y las balas esperando que el azar determine quién vive y quién no.

Hagamos números

Si… definitivamente esto es muy serio, contagiarse con el coronavirus presenta sintomas que no soy capaz de desearle a nadie, pero a pesar de todo y aun así, también veo que los números nos favorecen. Solo mirando 102 años hacia atrás y sin buscar mucho, te puedo mencionar solo algunas otras pandemias globales destacables:

• 1918 (Gripe española) – 33% de la población mundial infectada y con 6% de decesos.
• 1957 (Gripe Asiatica) – 1 millón de muertes, ¿parece mucho? Es poco menos del 0,03% de la población mundial en ese momento.
• 1967 (Gripe de Hon Kong)
• 1977 (Gripe Rusa)
• 1981 (VIH/SIDA) – que a la fecha se ha cobrado más de 25 millones de vidas.
• 2009 (Gripe Porcina AH1N1) – infecto al 21% del mundo y mató a poco más de medio millón.
• 2020 (COVID-19) – A penas estamos cerca del millón de infecciones con una tasa de mortalidad del 4% entre los afectados, o sea…. Cualquiera de las pandemias anteriores ha superado la situación actual, la diferencia es que ésta es la que ha tenido mayor propaganda.

Comparando un poco, hay que mencionar que más gente muere a causa de otra persona en el mismo tiempo por cosas como guerras, desidia, indiferencia, mezquindad u odio que por efectos de alguna pandemia de estas.

Tal vez tienen razón los que apoyan las teorías de conspiración y piensan que esto es solo un recurso bien usado por los gobiernos para lograr algún fin. China devolver el golpe económico a USA y la UE, Gobiernos mermando la población más débil o de menores recursos para pagar menos en seguro social, Venezuela controlando a la población en tiempos de amenazas contra su elite política.

¿Sabías que si te contagias con COVID-19 tienes algo más de 90% de probabilidades de recuperarte?,
recueda en qué parte del mundo te encuentras y cuántos recursos hay a tu alrededor.

Papel de las redes sociales

Las redes sociales han sido parte fundamental en la siembra de caos. No solamente nos manipulan con informaciones que infunden miedo, sino que nosotros mismos hacemos el juego propagando y amplificando el ruido. Ya luego, no sabemos qué creer, a quién o por qué… mientras los encargados de cuidarnos, más nos lanzan por un voladero.

Lee también: Reflexiones de Cuarentena –  Lo que se dice en whatsapp

Eso nos deja claros que no podemos estar delegando nuestra cultura, salud y bienstar a otros, esa es una responsabilidad nuestra, así que, no se haga el superman y cuidese… y cuide a los suyos, que de contagiarse, si no lo mata el virus lo hace la insuficiencia de recursos y de nuestros gobiernos.

Usar internet con responsabilidad es muy importante, documéntese, averigüe y confirme antes de compartir cosas tan delicadas. Solo comparta información con valor, es decir, con validez proveniente de algún ente acreditado, valor espiritual, valor moral, motivacional, eso ayuda, y lo hace en una gran medida. Hacer lo contrario es publicar ruido que lejos de ayudar, propaga caos, miedo y desesperanzas. Los invito a no jugar ese juego.

Tal vez, si las redes sociales no existieran, tal caos tampoco.

Reflexión

El mundo es tan grande y son tantas las variables a considerar, que los humildes mortales como tú y yo, solo podemos reflexionar y especular. En consecuencia… decidir, actuar y seguir delante de la mejor forma que encontremos.

Solo me resta decir una cosa más… si no podemos respetar la cuarentena, al menos cumplamos con los mayores cuidados posibles para mermar la propagación del coronavirus, estoy seguro de que no querrás pasar por eso, que no querras ver a tu esposo(a), hijos y amigos cercanos padecer algo tan feo, por arrogancia y/o estupidez.

 

Déjame saber lo que piensas en la caja de comentarios, aquí no se trata de tener razón o no, es más un ejercicio de conciencia y comunicación. Un humilde intento de fortalecer lo que los expertos llaman “inteligencia colectiva”.